
Consumir productos de temporada no es solo una tendencia eco-chic, es una decisión consciente que conecta lo que comemos con los ciclos de la naturaleza. Y sí, la ciencia lo respalda.
En primavera, la naturaleza despierta y nos ofrece alimentos frescos y depurativos, perfectos para renovarnos tras el invierno. Las fresas están en su punto óptimo en Canarias entre marzo y mayo, cargadas de vitamina C y antioxidantes que refuerzan el sistema inmune y cuidan la piel. También llegan los espárragos, ligeros y diuréticos, ideales para eliminar toxinas y sentirnos más livianos. Y no faltan los nísperos, ricos en fibra y betacarotenos, que ayudan a preparar la piel para los primeros rayos de sol.
En verano, cuando el calor aprieta, el cuerpo pide hidratación… y la tierra responde con frutas cargadas de agua como la sandía, el melón o el pepino. Son alimentos refrescantes, con electrolitos naturales, que ayudan a mantener la temperatura corporal y a reponer líquidos sin necesidad de bebidas procesadas. Además, son ligeros y fáciles de digerir, justo lo que necesitamos para no sentirnos pesados en los días más calurosos.
Cuando llega el otoño, el cuerpo empieza a buscar calor, nutrición y un extra de defensas. Aparecen joyas como la granada, poderosa en antioxidantes y con efectos antiinflamatorios; los higos, cargados de energía natural, fibra y calcio; y el aguacate, que en Canarias entra en plena temporada desde noviembre, ofreciendo grasas saludables que nutren la piel y el corazón mientras ayudan a mantenernos saciados.
En invierno, cuando los días son más fríos y oscuros, la naturaleza nos da alimentos más densos en energía: calabazas, boniatos, remolachas… todos ellos ideales para reconfortar el cuerpo, fortalecer el sistema inmune y mantener una buena reserva de nutrientes. Son perfectos para guisos, cremas o al horno, y representan esa sabiduría ancestral del alimento como medicina.
📍 Además, elegir productos locales y de temporada tiene beneficios ambientales gigantes:
- 🌱 Requieren menos agua, porque están adaptados al clima (en Canarias, esto es clave).
- 🚜 Reducen la huella de carbono, ya que no necesitan transporte desde miles de kilómetros.
- 🌾 Regeneran la tierra, porque cultivar según las estaciones favorece la rotación de cultivos y nutre el suelo de forma natural. Más biodiversidad, más salud para el planeta.
Comer según las estaciones es una forma preciosa de reconectar con los ritmos naturales del planeta. Es cuidarte tú, cuidarnos todos.
¿Ya sabes qué fruta está en temporada hoy?